martes, 3 de mayo de 2011

∞ + ∞

Hablaron durante horas, horas que se desmenuzaban ante sus ojos convirtiéndose en pequeños fragmentos, en minutos. Éstos, a su vez, se llenaron de segundos, segundos formados por diminutos fractales deshaciéndose ante la atónita mirada de ambas. Y los segundos se llenaron de mínimas pero infinitas partes de tiempo que aparecían lentamente, como la arena en un reloj. Hablaron durante horas.