martes, 19 de julio de 2011

Alabama

Alguien le dijo que no existían los Reyes Magos. En ese momento dejó de creer en todo lo demás. Al fin y al cabo, no tenía sentido la fe si la única noche mágica del año estaba envuelta en esa burda parafernalia. Ni los tres vasos de leche, de la mejor para sus majestades, iban a convencerle esta vez para formar parte del espectáculo. Se puso los cascos, más grandes que sus propias palmas, a un volumen casi aturdidor, capaz de convertir en meros susurros los villancicos que dejaba tras sus talones. Había decidido trazar un plan de vida, buscar un camino menos absurdo y más digno que el de resignarse a vestir trajes brillantes y barbas postizas algún día de su incierto futuro. Atrás quedaban, a ritmo de blues, la inocencia y neutralidad que le caracterizaban.

miércoles, 13 de julio de 2011

A la carta

El sudor en sus mejillas le hacía reflejar los restos del enorme festín que había degustado. Inclinó el asiento hacia atrás y se llevó la mano al crecidísimo vientre que había cosechado. Como pudo, esbozó una leve sonrisa de complicidad a su acompañante de banquete. Habían devorado el tiempo y solo era el primer plato.

martes, 5 de julio de 2011

Camarero, Bronca Limón.

Se tambaleaba. Entró en la casa gritando cosas que mañana no recordaría. Su aliento apestaba a palabras destiladas, demasiado fuertes para ser asimiladas. Había tenido que tragarse aquella historia, en pequeñas dosis. Al menos cuatro rondas de chupitos se había llevado consigo esa noche. La peor parte, siempre fría. Mucho hielo y párrafo ancho. La resaca de mañana iba a darle más de un dolor de cabeza.