jueves, 28 de agosto de 2014

Historia de una llanura

Nyima le preguntó a su padre por qué no había montañas en Gambia. Las hubo, una vez. El volcán Kiiliyaa Konkoo (en mandinka "montaña celosa") era una de las mayores atracciones del país. Por aquel entonces, Kiiliyaa entraba en erupción durante todas y cada una de las bodas que se intentaban celebrar, arruinando así las ceremonias y obligando a las parejas pudientes a salir del país para contraer matrimonio. Durante años se llevaron ofrendas al cráter e incluso se danzaba noche y día a su alrededor. Pese a ello, justo antes de cada beso nupcial, gases y ceniza lo inundaban todo, atemorizando a los futuros novios que se lo pensarían dos veces antes de enamorarse de nuevo. Los gambianos, desesperados, decidieron cavar un pozo tan profundo como la altura del volcán y tan ancho como su falda. Así, Kiiliyaa se enamoró de este cráter y se unió eternamente a él, convirtiendo a Gambia en uno de los paises más llanos del planeta.