domingo, 10 de abril de 2011

Smoke On The Water

Cuentan los hombres del lugar, puro en boca y baraja en mano, que allí vivió él. Algún día compartió oxígeno y momentos con alguno de sus antepasados. Cuentan que, mito o realidad, ha estado pasando de boca en boca durante generaciones. Los neurólogos se tiran de los pelos buscando algo coherente entre las mil setecientas sesenta y cinco páginas de sus Atlas desde entonces y los cinco continentes a la expectativa de que venda de una vez por todas la exclusiva y aparezca hasta en las pantallas gigantes de Times Square.

Hablan del color rojo carmesí de los pensamientos más ardientes, también de sus formas redondeadas. Las ideas más malévolas, fluían de la gigantesca brecha de su cabeza como figuras geométicas y rudas, siempre negras como el carbón.

Lo que todos oían y nadie había conseguido nunca descubrir, era la mezcla exacta de colores que salían de la herida cuando Gabriel se concentraba en la música de sus auriculares. Sonaba Deep Purple y algo así como el humo en el agua se despegaba de su cabeza dejando boquiabiertos a los que observaban. Los pensamientos se materializaban, desprendiéndose de alguna parte de su alma en la que estaban escondidos.

2 comentarios:

  1. Hace demasiado tiempo que no te digo que escribes como los ángeles.

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  2. Completamente de acuerdo con la señorita de arriba =)

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