¿Lo oyes? Es la melodía. Esa tan perfecta que consigues pulsando las teclas, las mismas que empañan mis ojos y dibujan mi sonrisa. ¿Aún lo oyes? Sigues dominando a la perfección cada instrumento, haciendo vibrar las cuerdas que recorren mi espalda, escalofríos.
Tú, prodigioso compañero. Luthier de mentes enamoradas.
miércoles, 31 de agosto de 2011
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mira el reloj, son las 16:37
ResponderEliminarEs precioso, Silvia!!
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